martes, 27 de enero de 2009

Un millón de amigos

Empecemos este artículo recordando el coro "Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar..." de una canción que es interpretada por el famoso cantante brasileño Roberto Carlos. Me parece que cuando él la cantaba a finales de los años setenta, nunca se imaginó que algún día su sueño de tener un "millón de amigos" se haría realidad gracias a las redes sociales en Internet como MySpace, Facebook, Tuenti, Ourkut, Hi5, Meebo, entre otras.

¿Pero qué se entiende por "Red social" en Internet? Coloquialmente hablando es nuestro círculo de "amigos" o conocidos. Consiste en tener una indeterminada cantidad de contactos que a su vez tienen contactos y así se va ampliando el círculo de "conocidos". Es el medio de interacción de distintas personas a través de juegos en linea, chats, foros de discusión, espacios, entre otros. Los propósitos de estas redes son diversos y pueden ser desde hacer nuevos amigos, conocer gente, establecer contactos profesionales, ampliar las relaciones durante el tiempo libre, realizar intercabios de diversa índole, reencontrarse con personas que ya conoce desde hace tiempo, aprender desde otras personas y compartir lo que uno ya sabe, entre otros usos.
El término es atribuido al profesor J.A. Barnes en los años 50, quien delimitó el tamaño de las redes sociales a un grupo de personas entre 100 a 150 aproximadamente.


Las redes sociales como espacio de intercambio de información y generación de relaciones cobran cada vez mayor relevancia, convirtiéndose en ámbitos donde se interactúa con nuestros pares para la socialización y la producción de conocimiento. Sin embargo su uso está aún en debate existiendo interesantes argumentos en contra y a favor de su uso.

Hay quienes argumentan que las redes sociales ayudan a las personas a ser más abiertos al mundo (hay usuarios de todo el mundo) y más comunicativos, permitiendo que aprendan de los demás. Otros argumenta que sólo sirve para perder el tiempo y que las empresas a cargos de estos espacios sólo buscan su propio interés económico y que no tiene nada que ver con propósitos altruistas, educativos o culturales.